Domenico y Stefano regresan a la Sicilia de los años 50 para retomar las cinturas marcadas, las gafas XXL y las bandanas en el cabello. A este patrón que se lleva repitiendo algunas temporadas, los diseñadores incorporan nuevos accesorios como maxi-pendientes y zapatos tan coloridos y originales como los estampados y adornos que utilizan. Bordados florales de aire barroco, mosaicos exquisitos, dibujos étnicos, escenas medievales y elementos arquitectónicos tan recargados como los apliques y borlas que recubren algunas creaciones. En el extremo opuesto, corsés y miriñaques reducidos a estructuras de mimbre dispuestas a la vista sobre la ropa y sacos de arpillera convertidos en vestidos y camisetas. En definitiva, un excelente trabajo, complejo y muy visua
